Protagonistas de la compensación, parte II

En la sección pasada indagamos en la capacidad que tienen los bosques y demás vegetación de capturar carbono y sobre las formas sostenibles de propiciar dicha capacidad. En esta sección profundizaremos en la aplicación de este proceso metabólico característico de la vegetación dentro de un mercado: el mercado de carbono.
El mercado de carbono surge ante la necesidad de reducir y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero acumuladas en la atmósfera causantes del cambio climático. Al ser este un mercado nuevo y en constante expansión, analizaremos sus logros y retos, así como sus incentivos, viabilidad económica, sistemas de certificación y su importante componente social.
Un reto real es el pago que reciben los dueños de la tierra por estos proyectos, que por lo general, no es un pago justo, ni que realmente incentive una acción climática duradera.
Toroto: ¿Qué es un bono de carbono? ¿Todos los bonos de carbono son iguales?
Lucero: Un bono de carbono es un incentivo generado por el mercado de carbono que ofrece un "crédito" equivalente a una tonelada de dióxido de carbono (tCO2e) emitida o evitada. Lo interesante y al mismo tiempo preocupante de este mercado, es que los bonos varían mucho en calidad y precio. Al ser un mercado en constante construcción y crecimiento se da la oportunidad de que se sobreestimen logros, se comuniquen de forma errónea, se vendan a precios sumamente injustos o que la poca transparencia que existe genere doble conteo de bonos, entre otras situaciones. El mercado tiene muchos retos, pero sobre todo, muchas perspectivas futuras positivas.
Dicho lo anterior, no: no todos los bonos de carbono son iguales. Más allá de la poca regulación, un reto real es el pago que reciben los dueños de la tierra por estos proyectos, que por lo general, no es un pago justo, ni que realmente incentive una acción climática duradera. Esta problemática es mayoritariamente responsabilidad de los intermediarios del mercado, quienes generalmente perciben una parte desigualmente mayor del pago total por bono emitido y minoritariamente es responsabilidad del cliente asegurar que esté invirtiendo en un proyecto de carbono forestal que cuente con las correctas salvaguardas sociales y ambientales, además de ser transparente y trazable.
T: ¿Qué hacer ante bonos de carbono baratos que no promueven ningún incentivo para que una empresa deje de contaminar, ni ninguno para los dueños de la tierra?
L: Como ya dije, no todos los bonos de carbono tienen la misma calidad. Actualmente, el mercado de carbono está repleto de bonos que no representan fielmente esa tonelada de dióxido de carbono equivalente. Aunado a esto, en el afán por alcanzar los objetivos climáticos de la manera más barata posible, muchas empresas han incentivado el desarrollo de proyectos que no reditúan lo suficiente a los dueños de la tierra y, en lugar de ayudarles a mejorar sus condiciones de vida, se los impiden. Nosotros en Toroto somos parte de una nueva generación de desarrolladores de bonos de carbono y nos aseguramos de que el pago por proyecto remunere justamente el quehacer de los dueños de la tierra, siendo en promedio más de la mitad de las ganancias lo que ellos perciben.
Asimismo, hay bonos de carbono emitidos a partir de toneladas de CO2 evitadas, los cuales representan contaminación que pudo haber sido y no fue. En lo personal considero que estos esfuerzos deberían ser aplaudidos, mas no comparados con bonos que pueden tener una serie de cobeneficios importantes en términos hídricos y de biodiversidad, por ejemplo. Ante estos bonos de carbono evitados, que suelen ser más baratos (aunque no es una ley), se corre el riesgo de facilitar el greenwashing porque no implican un cambio de raíz en la empresa que los compra. Ante bonos de carbono que no incentivan una acción climática es importante señalar, alzar la voz y generar un cambio. Estos proyectos pueden hacerse de la manera correcta, dando beneficios reales, pero como todo lo bueno, requiere de paciencia, tiempo y dinero. Los bonos de carbono son una herramienta que puede utilizarse para compensar muchas más cosas que sólo contaminación, como la extracción de agua de los acuíferos y la destrucción del hábitat de distintas especies, por lo que tenemos que aprovechar esta oportunidad al máximo.
¿Quiénes creo yo que deberían obtener los mayores beneficios del mercado de carbono? Definitivamente los dueños de la tierra.
T: ¿Es el mercado de carbono redituable? ¿Existe viabilidad económica?
L: El mercado de carbono es muy redituable. De acuerdo con estudios publicados por Ecosystem Marketplace; el mercado de carbono voluntario tuvo un valor de más de mil millones de dólares en el año 2021. Y no es solamente redituable, sino que tiene múltiples beneficios que se ven reflejados a nivel internacional hacia el cumplimiento de las metas globales de sostenibilidad. Por ejemplo, el mercado de carbono permite a los países y empresas internalizar un precio por sus emisiones, lo que genera incentivos para mitigar su huella de carbono y hace que las nuevas tecnologías limpias se vuelvan más competitivas. Sin embargo, para quienes es más redituable es para las comunidades responsables de la acción climática en campo. En México estas comunidades consisten principalmente de ejidos, los cuales por primera vez tienen la oportunidad de acceder a un mercado emergente que pone a su alcance una fuente de ingresos adicional, permanente y sostenible al mismo tiempo que impulsa la conservación y restauración de los ecosistemas.
T: ¿Quiénes crees tú que obtienen mayores beneficios del mercado de carbono?
L: Como en muchos otros mercados del mundo, los actores que se llevan el pedazo más grande del pastel son los intermediarios. En el mercado de carbono esto significa que las empresas que desarrollan o financian proyectos de captura de carbono se llevan el mayor porcentaje de las ventas de los bonos. Aterrizando esto a nuestro país, resulta en que los dueños de la tierra, sin quienes no podría haber un proyecto en primer lugar, no reciben un ingreso económico equiparable a su participación enorme e indispensable en el proyecto. Tomando en cuenta que más de la mitad del país está en manos de ejidos y comunidades indígenas, los cuales cargan con una historia de abusos, opresiones y rezago, estos proyectos -cuando son mal ejecutados y con intereses erróneos- no hacen más que perpetuar su situación e impedir su desarrollo. ¿Quiénes creo yo que deberían obtener los mayores beneficios del mercado de carbono? Definitivamente los dueños de la tierra. Es esencial entender que un proyecto de captura de carbono debe contemplar el mayor beneficio posible para los dueños de la tierra porque son quienes mejor conocen el territorio, además de ser ellos quienes permanecerán ahí y transmitirán ese conocimiento y esa necesidad de proteger nuestros recursos naturales a sus hijos y sus nietos; no los desarrolladores ni los compradores de los bonos. Como ya dije, pero realmente me parece importante recalcar, en Toroto esto nos parece esencial, y por eso siempre nos enfocamos en que los dueños de la tierra perciban lo justo por su labor: aunque debería serlo, esto no es la norma.
T: ¿Cuál es la importancia de involucrar a los dueños de la tierra en proyectos de compensación de carbono?
L: Involucrar a los dueños de la tierra en los proyectos es vital por muchas razones. En primer lugar, porque quienes están al frente de la defensa del territorio son ellos. Cuando llegue la oportunidad de hacer cambio de uso de suelo para hacer fraccionamientos, ganadería extensiva o monocultivos, depende de ellos decir que no y proteger el ecosistema que sus tierras albergan. En segundo lugar, porque como estos proyectos son a largo plazo, estas personas deben poder transmitir este cuidado a las generaciones futuras: el éxito del proyecto depende tanto de ellas como de sus hijos y nietos. En tercer lugar, ellas son quienes mejor conocen su territorio, por lo que poseen conocimiento muy valioso del funcionamiento del ecosistema. Es importantísimo incorporar esta sabiduría con conocimiento científico para que el proyecto sea lo más robusto y transdisciplinario posible.
Los dueños de la tierra deben ser los primeros defensores del proyecto, y para serlo necesitan recibir beneficios tangibles y ser tratados con el respeto que merecen como guardianes de su territorio. En muchas ocasiones los dueños de la tierra perciben un porcentaje tan pequeño de las ganancias que ni siquiera les permite subsistir de éste. ¿Cómo podemos esperar ver un cambio verdadero si el ingreso que reciben no puede competir con el cultivo de palma de aceite o con la ganadería extensiva? Es un reto muy grande el que tenemos por delante como sociedad, porque además estamos acostumbrados a querer beneficios inmediatos y, como dije anteriormente, estos proyectos toman su tiempo.
Si a través de mediciones relacionadas con servicios ecosistémicos podemos lograr que más personas comprendan la importancia de cuidar los ecosistemas naturales que aún tenemos y recuperar aquellos que están degradados, debemos aprovechar esta herramienta al máximo.
T: ¿Existen beneficios adicionales a la generación de bonos de carbono al tener un bosque bajo un proyecto de captura de carbono?
L: Claro que sí. Los bonos de carbono son la unidad que más se está utilizando para financiar proyectos de acción climática, pero esto no significa que el único beneficio que obtendremos será la captura de carbono. Un proyecto de carbono bien hecho, de la mano de los dueños de la tierra y basado en la restauración ecológica y soluciones basadas en la naturaleza, tiene un impacto positivo en la salud y resiliencia del bosque, que se ve reflejado en los distintos servicios ecosistémicos que éstos nos brindan: proporcionar hábitat para distintas especies, conservar la biodiversidad, regular la calidad del aire y la temperatura, amortiguar desastres naturales, prevenir la erosión y mejorar la salud del suelo, promover la polinización, regular los flujos de agua, entre otros. Todos estos cobeneficios pueden medirse a la par de la medición de la captura de carbono para robustecer el proyecto en sí, e impactan directamente a los dueños de la tierra al mejorar su calidad de vida, y también, aunque a veces se nos olvida, en nosotros, seres de las zonas urbanas.
T: ¿Cómo estos beneficios mejoran la calidad de vida de todos? (Más allá de los involucrados directamente)
L: La pérdida de ecosistemas naturales tiene un impacto negativo a nivel planetario acelerando la crisis ambiental y climática que actualmente vivimos. Podemos cuantificar la recuperación y conservación de nuestros sistemas naturales a través de medirla en términos de servicios ecosistémicos como los que mencioné anteriormente. Éste es un concepto antropocéntrico que describe a la naturaleza en torno a su utilidad para los humanos, motivo por el cual ha sido criticado ampliamente por algunos sectores de la comunidad científica, ya que la naturaleza no existe para sostenernos a nosotros. Si a través de mediciones relacionadas con servicios ecosistémicos podemos lograr que más personas comprendan la importancia de cuidar los ecosistemas naturales que aún tenemos y recuperar aquellos que están degradados, debemos aprovechar esta herramienta al máximo. Además, este es un concepto que nos recuerda nuestra dependencia y relación con los recursos naturales. Aunque no nos demos cuenta, cuidar de un bosque a cientos o miles de kilómetros de distancia implica cuidar de la calidad del aire que respiramos en la ciudad. Cuidar de un bosque regula la temperatura que percibimos. Cuidar de un bosque promueve el hogar de los polinizadores que procuran los alimentos que consumimos. No nos damos cuenta, pero los beneficios están en todos lados y nos procuran a todos.
T: ¿Qué crees que nos depara el futuro?
L: Creo que a esta altura es innegable el hecho de que el cambio climático ya está sucediendo y ya está causando estragos en todo el mundo. Aparentemente ya comenzó la sexta extinción en masa, la escasez de agua es muy preocupante y cada año los desastres naturales serán más potentes y recurrentes. Sin embargo, también creo que todos los esfuerzos que logremos materializar ahora se reflejarán en una escala mayor en el futuro.
Estos esfuerzos no son cosa de sólo acciones individuales, ahora más que nunca necesitamos la acción colectiva y la unificación de sectores. Tanto el privado y empresarial, con los gobiernos y con la sociedad civil. Es absurdo seguir creyendo que una crisis planetaria se resolverá sin la colaboración de todo el planeta; ahora que entendemos un poco más qué hacen los bosques y cómo funciona el mercado de carbono -con todo y sus retos para hacerlo más justo- podemos entender el porqué de involucrarnos en proyectos que apoyen áreas diferentes, sectores que antes jamás hubieran tenido la oportunidad de convivir y trabajar de la mano.
Me niego a entregarle a las generaciones futuras un mundo igual o peor al que yo llegué, y afortunadamente estoy encontrando a mucha gente que piensa igual que yo y tiene toda la intención de hacer algo al respecto. El resultado de estas acciones lo podremos ver en muchos años, así que enfocarnos en el presente y en lo que podemos hacer hoy, será la clave para el futuro. Una de las cosas por las que podemos empezar, es aprovechar la oportunidad que nos brindan los proyectos de captura de carbono forestal para cuidar nuestros bosques, así como apoyar y financiar la mitigación al cambio climático.
Sobre la entrevistada: Lucero trabaja en Toroto como Gerente de Operaciones Centro. Estudió la licenciatura en Biología y una maestría en Ciencias de la Sostenibilidad en la UNAM. Lo que más le gusta de la naturaleza es la diversidad de formas de vida que hay y la relación que distintas culturas han creado con ellas. En su tiempo libre le gusta ver a sus amigos y visitar lugares al aire libre.
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