El Metaregistro: mapeando un mercado recóndito

En 1997 se firmó el Protocolo de Kyoto, en el cual se definió por primera vez la arquitectura de un mercado global de emisiones. En concreto, el mercado es un conjunto de diferentes sistemas que los gobiernos, empresas o individuos utilizan para comprar o vender activos que representan toneladas mitigadas y/o capturadas de dióxido de carbono o su equivalente (conocidos como bonos de carbono). El principal objetivo del mercado es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El ya mencionado protocolo entró en vigor a partir del 2005 y su impacto y participación global ha crecido notablemente en la última década.
En el mercado de carbono existen dos vertientes. La primera es el mercado regulado en el cual participan empresas y gobiernos que están obligados por alguna regulación a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero que generan por sus actividades. Dentro del mercado regulado, existen distintos mecanismos (a los cuales no entraré en detalle en este artículo) como el comercio internacional de emisiones, la implementación conjunta y el mecanismo de desarrollo limpio (MDL). Todos los mecanismos anteriores tienen la misma misión de cumplir con los objetivos globales de reducción de GEI.
La segunda vertiente del mercado es el mercado voluntario en el cual algunas empresas determinan objetivos de reducción de emisiones de forma voluntaria, la mayoría motivadas por la idea de que el desarrollo sostenible y la responsabilidad social pueden fortalecer el negocio a largo plazo, además de mejorar la reputación de la empresa ante la sociedad.
En general, el mercado de carbono nació como una estrategia para reducir el daño que está sufriendo el planeta, estableciendo un espacio donde se pueden realizar compras y ventas de bonos de carbono.
Aunque ya lleva varios años en operación, el mercado de carbono aún es un mercado creciente y en constante desarrollo. Por lo anterior, tiene varios problemas y áreas de oportunidad. El primer problema que se identifica del mercado de carbono es la difusión del mismo y desde mi punto de vista tiene que ver con que el mercado regulado no aplica para todos los países. En países donde el mercado regulado de carbono existe, se genera difusión, competencia y diferentes tipos de activos con diferentes precios y calidad, sin embargo, en países en los cuales solamente existe el mercado voluntario, el conocimiento del mercado de carbono es relativamente bajo y no es de conocimiento público. Dejando esta consideración detrás, llegamos a la siguiente problemática del mercado de carbono actual, la cual es que no hay un espacio público para obtener información referente a los distintos proyectos de captura de carbono ni los bonos de carbono que estos pueden ofrecer.
Actualmente, no existe un lugar en el cual se puedan comparar distintos bonos de carbono y acceder a ellos de manera sencilla; la mayoría de las empresas que buscan comprar bonos de carbono tienen que contactar directamente a certificadores internacionales, desarrolladores de proyectos o distribuidores de bonos de carbono. Una vez que se logran adquirir los bonos de carbono a través de alguna de estas opciones, lo único que recibe la empresa es un certificado digital en el cual se especifican los identificadores tanto del proyecto como de los bonos de carbono como tal. Este certificado digital actualmente funciona para las regulaciones y actúa como comprobante de la compra de los bonos de carbono pero: ¿realmente le brinda a la empresa una visión clara de los bonos de carbono que está adquiriendo?¿Pueden las terceras partes efectivamente comprobar que la empresa es dueña de esos bonos de carbono? La respuesta concisa a esas preguntas es: no. Como podemos irnos dando cuenta, a este mercado de carbono actual le hace falta transparencia, visibilidad y difusión. En respuesta, hemos desarrollado el Metaregistro.
El Metaregistro de bonos de carbono es una plataforma digital que pretende brindarle una mejor estructura al actual mercado de carbono. Concretamente, es un listado georeferenciado de proyectos de bonos de carbono en el cual se pueden visualizar diversos detalles de dichos proyectos, entre ellos:
-El desarrollador del proyecto
-La cantidad de bonos de carbono que genera
-El historial de bonos de carbono
-Los objetivos de desarrollo sostenible a los que se adhiere
-La diversidad de especies encontradas en dicho proyecto
El listado de proyectos de captura de carbono pretende funcionar como una cartera de proyectos globales en la cual se pueden comparar los distintos proyectos y analizar los beneficios de cada uno, y brindar a los compradores la oportunidad de comprar los bonos de carbono que mejor se ajusten a sus necesidades y objetivos.
Además de ser un listado de proyectos, el Metaregistro también representa, en un mapa, los bonos de carbono. Un bono de carbono es un activo que se capturó en un momento determinado y en un lugar específico, por ello tiene lógica que este se pueda representar en un mapa que cambia con el paso del tiempo. En el Metaregistro se pueden visualizar todos los bonos de carbono que un proyecto ha generado. Esto es de suma importancia porque en esa visualización de bonos también se muestra la disponibilidad de los mismos. Concretamente, en el detalle de los bonos de carbono de un proyecto se puede observar claramente cuántos bonos de carbono hay disponibles para compra y cuáles ya tienen un dueño. En un esfuerzo por mejorar la transparencia del mercado, en esta visualización de los bonos de carbono también podemos ver a los compradores de ese proyecto y la ubicación exacta de los bonos que adquirieron. Al ser este un registro completamente público, el Metaregistro puede funcionar también como un verificador para que terceras partes puedan comprobar la transacción que realizó la empresa para comprar sus bonos de carbono e ¡incluso ver su ubicación exacta en un mapa!
¿Cómo es que logramos plasmar los bonos de carbono en un mapa? Para resolver este complejo reto, utilizamos sistemas de información geográfica (software especializado para el tratamiento, análisis y visualización de datos georeferenciados) para analizar las áreas de actividad del proyecto de captura de carbono. Después de dicho análisis y teniendo la cantidad de bonos de carbono generados por el proyecto en un periodo anual, decidimos que los bonos de carbono se podrían representar como hexágonos en un mapa dentro de las áreas de actividad del proyecto. A estos hexágonos los denominamos teselas. Para lograr lo anterior, se toman en cuenta factores como cobertura arbórea, índices de biomasa y algunos otros índices de vegetación con el objetivo de encontrar la ubicación del carbono que está siendo capturado dentro de las áreas de actividad. Además de brindarnos la oportunidad de visualizar los bonos de carbono en un mapa, también sirve para tratar a dichos activos individualmente como unidades únicas y esto nos permite convertirlos en tókens digitales. ¿Qué significa esto?
Con la idea de las teselas y el objetivo de representar un bono de carbono como una unidad individual en un mapa, tomamos la iniciativa de utilizar una de las tecnologías más disruptivas de la década: blockchain. Blockchain es un conjunto de tecnologías que cumplen con el objetivo de formar una base de datos que sea pública e inmutable. Esta tecnología surgió como la base de Bitcoin y todas las ya conocidas criptomonedas que están en el mercado actualmente, sin embargo, después de varios años se ha empezado a implementar en distintos tipos de proyectos de distintas industrias, como en educación, sector médico, videojuegos, cadenas de suministro y varias otras. El uso de dicha tecnología permite generar activos digitales de los cuales se almacena cada transacción y movimiento que se realiza con los mismos.
Además de registrar las transacciones y movimientos, blockchain es un sistema distribuido. ¿Qué significa esto? El hecho de que sea distribuido significa que la base de datos vive en más de un servidor; de hecho cualquier persona podría tener la base de datos viviendo en su propia computadora. El verdadero beneficio de que blockchain sea un sistema descentralizado es que los registros en la base de datos se vuelven inmutables, o inalterables, ya que utilizan algoritmos de consenso para validar la información de las transacciones y los mismos activos digitales. No entraré más en detalle acerca del funcionamiento de blockchain ya que podría escribir un artículo completo al respecto y aún así quedarían dudas, sin embargo, sí voy a dejar aquí una breve conclusión de dicha tecnología y por qué es relevante para el presente artículo. En términos muy generales, blockchain es un conjunto de tecnologías que funcionan como una base de datos transaccional y descentralizada, y algunas de las características que hacen a esta tecnología una excelente solución son: los registros son públicos, lo cual brinda transparencia; los bloques en toda la cadena se entrelazan con llaves criptográficas y esto brinda un nivel de seguridad importante; y finalmente, el sistema es distribuido y esto (además de incrementar la seguridad) brinda inmutabilidad.
¿Pero qué tiene esto que ver con los bonos de carbono y las teselas?
El Metaregistro de bonos de carbono utiliza un sistema de teselas para ubicar las toneladas de dióxido de carbono capturadas, pero además de eso, dichas teselas están almacenadas en blockchain. De este modo, los bonos de carbono se vuelven también activos digitales y heredan todas las características previamente mencionadas de blockchain. Al ser un tóken digital viviendo en blockchain, podemos almacenar y conocer todas las características del mismo. Esta solución se puede pensar como un libro contable público de bonos de carbono en donde se registran todos los bonos que un proyecto genera y subsecuentemente se registran todas las transacciones que se realizan con los mismos. La palabra a destacar aquí es público, esto significa que cualquier persona (desde el propietario de la tierra, desarrollador de proyectos, comercializador de bonos y comprador) puede visualizar tanto la cartera de proyectos como los bonos de carbono que han generado. Todas las transacciones de bonos de carbono son completamente públicas e inmutables, por lo cual en el Metaregistro se pueden visualizar todos los movimientos de bonos de carbono que han tenido los proyectos además de un listado de los compradores de bonos de carbono. De esta manera, el Metaregistro pretende brindar un nuevo nivel de transparencia al mercado de carbono en el cual se pueden visualizar absolutamente todos los detalles del proyecto y de los bonos como tal.
El Metaregistro de bonos de carbono pretende mejorar la estructura del mercado de carbono actual en los siguientes aspectos:
-Visualización y difusión: El primer problema que resuelve el Metaregistro es el de proporcionar un lugar de información centralizada para proyectos de captura de carbono, de este modo todos los participantes del mercado encontrarán una cartera de bonos de carbono y podrán acceder a los que mejor se ajusten a sus necesidades, capacidades y visión.
-Transparencia: Toda la información encontrada en el Metaregistro, desde proyectos hasta bonos de carbono y compradores, es completamente pública y de fácil acceso para cualquier persona interesada. Se pueden visualizar en el mapa los bonos de carbono disponibles, los bonos retirados, el dueño de los bonos retirados y las transacciones y movimientos de los bonos de carbono. Al ser visible toda esta información para cualquiera, se previene el problema del doble conteo en el cual más de una empresa se adjudica la tenencia de los mismos bonos de carbono. Cada bono de carbono se vuelve una unidad digital encapsulada en blockchain y plasmada en un mapa, y con esto todos pueden tener información específica acerca de cada uno de los bonos generados y/o retirados.
-Inmutabilidad: La cualidad pública de blockchain posibilita un sistema descentralizado y esto implica un nivel adicional de seguridad comparado con las bases de datos tradicionales. Además, cada registro que ingresa en el blockchain no es editable ni eliminable, por lo que cada transacción que sucede con los bonos de carbono se puede visualizar de manera pública.
-Validación y verificación: Una vez más, la transparencia y la característica pública del Metaregistro permitirá a los dueños de proyectos comprobar las ventas de sus bonos de carbono; a los desarrolladores de proyectos visualizar los bonos de carbono generados y retirados; a los compradores diferenciar, elegir y compartir sus certificados y ubicaciones de bonos de carbono; y finalmente a los verificadores comprobar las transacciones y tenencia de los bonos de carbono que las empresas se acrediten.
El mercado de carbono es uno de los mecanismos internacionales que pretende reducir la cantidad de emisiones de GEI actuales y aunque es una iniciativa realmente importante en la lucha contra la crisis climática, aún tiene muchos problemas y áreas de oportunidad. El mercado de carbono pide a gritos ser digitalizado e incrementar el nivel de transparencia con el que cuenta actualmente. Para contrarrestar estos problemas, surge la idea del Metaregistro de bonos de carbono, el cual es una plataforma digital que permitirá a todos los actores del mercado de carbono visualizar de manera clara, pública y transparente los distintos proyectos de captura de carbono que existen así como todos sus bonos de carbono generados y retirados. Con la ayuda de sistemas de información geográfica y blockchain, el Metaregistro será una herramienta visualmente atractiva y segura para representar información acerca de bonos de carbono y compartirla con cualquier persona. Es necesario mejorar la estructura del mercado actual para que este mecanismo de comercio de emisiones realmente se vuelva el motor para movilizar y visualizar las toneladas de dióxido de carbono que están siendo capturadas año con año.
Para conocer más y ver el prototipo del Metaregistro, checa el webinar donde lo presentamos.
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