El ciclo de lo que consumimos

Es un hecho que uno de los retos actuales más importantes consiste en identificar soluciones que contribuyan a la reducción de residuos a nivel global. Hoy en día, los sistemas de producción están basados en su mayoría en modelos lineales, es decir, en una cadena de suministro que contempla etapas de extracción, transporte, transformación o manufactura, distribución, consumo y finalmente desecho. Conocido comúnmente como "de la cuna a la tumba", este modelo ha provocado que al día de hoy se extraigan decenas de miles de millones de toneladas de recursos naturales, generando alrededor de 11,200 millones de toneladas de residuos sólidos de acuerdo con datos de la ONU. Tomando en cuenta lo anterior, ¿qué alternativas de nuevos modelos de producción favorecen un escenario que impulse la satisfacción de las necesidades de la población global y que contribuya a reducir nuestro impacto en el medio ambiente?
La respuesta a la pregunta anterior es la economía circular. Para comprender en qué consiste la economía circular y cuál es su potencial, es necesario hablar de la manera en la que se rige la naturaleza, donde no existe el concepto de "basura". No obstante, sí existe el concepto de nutrientes, que en este caso, son nutrientes biológicos con la capacidad de ser reintroducidos de vuelta a la naturaleza y serle útil a otros organismos. Por ejemplo, un árbol crecerá a lo largo de toda su vida consumiendo nutrientes del suelo y brindándole alimento a múltiples especies de aves, mamíferos o insectos. Cuando las hojas de ese árbol caen o cuando el árbol muere, organismos descomponedores se alimentan de la materia orgánica y son responsables de reintroducir los nutrientes al suelo para que así, nuevas generaciones de árboles puedan crecer. En otras palabras, los nutrientes biológicos forman parte de un ciclo sin fin o "de la cuna a la cuna".
De esta forma, para lograr introducir un modelo de economía circular exitoso, es necesario que repliquemos a la naturaleza en este sentido mientras satisfacemos nuestras necesidades. Por esta razón, así como la naturaleza cuenta con nutrientes biológicos que son parte de un ciclo, la economía circular también debe de contar con ellos. Entonces, podemos hablar de que la economía circular estará soportada por nutrientes técnicos, mismos que pueden tratarse de piezas y componentes de productos, productos completos o incluso subproductos y residuos. Esto significa que bajo un modelo de economía circular, así como en la naturaleza, tampoco existirá el concepto de basura, sino que contaremos con nutrientes técnicos que serán reintroducidos cíclicamente en procesos de transformación de los materiales o en el mantenimiento de los productos que necesitamos. Lo anterior está soportado por una serie de principios planteados inicialmente por la Fundación Ellen MacArthur, que vemos a continuación. Para que la economía circular realmente sea exitosa, debemos:
1. Preservar y mejorar el capital natural
Para cumplir con este principio, es necesario que todos los recursos no renovables sean controlados y vistos únicamente como una reserva. Por otro lado, debemos asegurar que se extraigan y utilicen de manera sostenible aquellos recursos que sean renovables y que cuenten con mayor rendimiento, al mismo tiempo que generamos las condiciones para la restauración de los ecosistemas de los cuales son extraídos. La economía circular es entonces, una economía regenerativa.
2. Optimizar el rendimiento de los productos
Entre más tiempo logremos mantener los nutrientes técnicos y biológicos dentro del ciclo, mejor. Por esta razón, el ciclo debe ser lo más estrecho posible. Esto significa que siempre será mejor dar mantenimiento que reciclar.
3. Fomentar la eficiencia del sistema
Este principio consiste en eliminar del ciclo cualquier factor externo negativo o, como formalmente se les llama, las externalidades. Esto significa, por ejemplo, tomar en cuenta alternativas para eliminar el impacto climático y a la salud originado por las emisiones de gases de efecto invernadero, producto de la quema de combustibles fósiles.
Existen muchos retos y oportunidades alrededor de la economía circular, no obstante, hay tres principales maneras de fortalecer su introducción en todos los rincones de la economía:
Repensar y rediseñar los productos
La economía circular únicamente será exitosa a largo plazo si los tres principios antes mencionados se toman en cuenta desde la fase del diseño de los productos que utilizamos. Si desde este momento consideramos la fuente de los materiales, los recursos requeridos para su producción, cómo será su rendimiento, el consumo energético durante su uso, cómo y cuándo terminará su vida útil y cómo podemos reintegrar nuevamente los nutrientes tanto técnicos como biológicos a sus respectivos ciclos, entonces habremos conseguido una gran victoria.
Visibilidad en la cadena de suministro
Cualquier empresa dedicada a generar algún producto o servicio forma parte de una extensa y compleja cadena de suministro. En muchas ocasiones, pensamos en las cadenas de suministro como una serie lineal de eslabones de empresas que inicia en la extracción de recursos naturales y termina en el consumidor final. Por otro lado, las cadenas de suministro son realmente redes de empresas que interactúan entre sí y en la mayoría de los casos, las empresas no tienen visibilidad de lo que ocurre más allá de las empresas con las que tienen algún contrato o contacto directo. Frecuentemente y más aún para las empresas grandes, esto pone en riesgo su reputación y evita que conozcan el verdadero impacto ambiental detrás de su producto, desde lo más profundo de su cadena de suministro. De hecho, la mayor contribución a los impactos ambientales de cualquier producto ocurre a lo largo de la cadena de suministro. Por ejemplo, para la industria de alimentos y bebidas, alrededor del 83% de sus emisiones de gases de efecto invernadero corresponden a sus emisiones de alcance tres. Las emisiones de alcance tres consisten en aquellas emisiones indirectas asociadas a la cadena de suministro de una empresa, por ejemplo, a la producción agrícola, al transporte de la materia prima, al empaquetamiento, a la distribución y a la refrigeración del producto. Así, una economía circular dependerá de una cadena de suministro transparente, trazable, con objetivos ambientales relevantes y periódicamente monitoreada.
Desarrollar modelos de negocio innovadores
En este sentido, existen dos consideraciones para escalar modelos de negocio que sean compatibles con una economía circular. La primera consiste en que se requiere de una transición de modelos de negocio basados en la oferta de productos a modelos de negocio basados en la oferta de servicios. A esto se le conoce como "desmaterialización". De esta forma, los consumidores estarán pagando únicamente por los beneficios que en realidad brindaba anteriormente cierto producto. Esto no contribuye únicamente a disminuir el impacto ambiental, sino que puede tener asociado un ahorro económico a los usuarios o incluso poner a su alcance la satisfacción de necesidades que de otra forma, no hubiera sido posible. Pensemos por ejemplo, en las aplicaciones para celular con las cuales solicitamos un servicio de transporte privado: no asumimos los costos y responsabilidades de contar con un vehículo propio y únicamente disfrutamos del servicio de transporte desde el lugar en el que estamos hasta nuestro destino.
La segunda consideración consiste en que las empresas incluyan en su modelo de negocio una logística inversa para su cadena de suministro. La logística inversa consiste en todas aquellas actividades necesarias para que una empresa asegure el retorno y recuperación de cualquier material que ya había salido previamente de sus instalaciones. Por ejemplo, cuando Apple acepta iPhones viejos y usados de sus clientes a cambio de un descuento en un nuevo producto, esto es una forma de logística inversa sencilla porque Apple va a reutilizar los componentes del iPhone recuperado. Claro, sería ideal que el consumidor utilice cada producto lo más posible para cumplir con el principio que vimos arriba de optimizar el rendimiento del producto. Entonces, la única manera de asegurar la circularidad de los nutrientes técnicos será con procesos de logística inversa que también cumplan con los más elevados estándares de robustez, transparencia y trazabilidad.
Kalundborg es una pequeña ciudad ubicada en las costas de Dinamarca y es conocida a nivel mundial por un conjunto de empresas pionero en "simbiosis industrial". Este concepto surgió en 1972 a partir de la idea de que en la naturaleza existen ciertas especies que tienen una asociación íntima con otras especies para beneficiarse mutuamente. De manera similar, las instalaciones de carácter industrial en Kalundborg generan beneficios mutuos a lo largo de una red de doce empresas. Interconectadas por un sistema de tuberías y de logística local, los residuos sólidos, de agua y de energía de una empresa son materia prima para otra. Por ejemplo, Novo Nordisk es una empresa especializada en la producción de insulina que, para sus propios procesos, recibe agua que la planta municipal extrae del lago Tissø. Adicionalmente, recibe vapor por parte de la empresa de energía Equinor, mismo que utilizará Novo Nordisk para sus procesos de producción y calentamiento. Finalmente, Novo Nordisk generará como residuos agua, biomasa, etanol y desechos de levadura que compartirá con otras empresas y plantas para generar principalmente biogás que utilizará Gyproc y agua tratada limpia que será incorporada nuevamente por empresas como Equinor, Novozymes y Ørsted.
Es un hecho que para hacer frente a la crisis ambiental se necesita de esfuerzos grandes y definitivamente será necesario sumar iniciativas, creatividad y muchas nuevas ideas. Por eso, lo más importante de la economía circular es que tiene que ser una economía inclusiva y distributiva. Solamente así lograremos generar valor ambiental y prosperidad para las personas que la componen. Atrevámonos a innovar y cerremos el ciclo.
Referencias
Ellen MacArthur Foundation (2021), "What is a circular economy?", https://ellenmacarthurfoundation.org/topics/circular-economy-introduction/overview
Kalundborg Symbiosis (2021), "Explore the Kalundborg Symbiosis", http://www.symbiosis.dk/en/
Kate Raworth (2017), "Doughnut Economics. 7 Ways to Think Like a 21st Century Economist"
Michael Braungart, William McDonough (2002), "Cradle to Cradle"
Naciones Unidas (2021), "Actúa ahora. Datos y cifras", https://www.un.org/es/actnow/facts-and-figures#:~:text=Becca%20McChaffie%2FUnsplash.-,Residuos,de%20gases%20de%20efecto%20invernadero
Principles of Responsible Investing (2021), "Climate Action 100+ sets new decarbonisation expectations for food and beverage industry in line with Paris Agreement goals", https://www.unpri.org/news-and-press/climate-action-100-sets-new-decarbonisation-expectations-for-food-and-beverage-industry-in-line-with-paris-agreement-goals/8361.article
UNEP (2019), "We're gobbling up the Earth's resources at an unsustainable rate", https://www.unep.org/news-and-stories/story/were-gobbling-earths-resources-unsustainable-rate
Yossi Sheffi, Edgar Blanco (2018), "Balancing Green. When to Embrace Sustainability in a Business (and When Not To)"
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